sábado, 14 de enero de 2017

REAL MADRID - MORABANC ANDORRA



No esperaba un partido fácil, pero fue como el turrón de Alicante: duro, duro, duro.
                                                       




Durante toda la primera parte pudimos comprobar que tienen razón los que opinan que no motiva lo mismo la Euroliga que la ACB. Seguro que los jugadores no quieren perder, pero deben pensar “ya apretaremos luego” y al final sufrimos todos lo indecible. Y (a veces) palmamos.

Con lo dicho anteriormente finalizó el primer cuarto 26-21 defendiendo más bien poquito y atacando en oleadas.

El segundo cuarto nos ofreció un absoluto caos en la cancha e indiferencia en el banquillo. Padecimos un parcial 2-19 (sí, sí, sí, 2-19) no recuerdo nada parecido. Los jugadores veían la canasta del tamaño de una moneda de medio euro. El Palacio era una nevera. A pesar de todo llegamos al descanso solo 11 abajo (33-44)

Mi corrillo de aficionados se preguntaba ¿Les dirá algo Laso en el vestuario? ¿Pasará de ellos y se irá a tomar un café? ¿Estarán tranquilos, con la seguridad de ganar sobradamente en la segunda parte? Dudas y más dudas.

Mucho trabajo en el tercer cuarto con 7 puntos seguidos de un Maciulis inmenso y un parcial de 13-3, el equipo reaccionando y el contrario dándolo todo y jugando a cara de perro. Buen equipo el Morabanc que acabó ganando en el luminoso 54-57

En el último cuarto, la incertidumbre de si llegarían a ser decisivos los Tiros Libres desperdiciados no corroía el alma ¿Qué es la vida? Pues sufrir. Y a sufrir nos pusimos todos. Cuando parecía que nos llevaríamos el partido a falta de 1 minuto nos forzaron la prórroga. Al final victoria de cuatro puntos, resurrección de Rudy, Maciulis impagable, Ayón titánico (30 de valoración) y LLull como siempre.

¡ HALAMADRID ¡

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